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Cuerpo roto

Sep
12
¿Qué pasa con mis relaciones en cuarentena?

1-

No todxs lxs gatxs
caen bien paradxs.
Vincularte con la minoría,
no te hace parte de ella;
fíjate dónde pones la palabra Amor.

2-

Nuestra relación fue más tóxica
que este encierro obligatorio.
Si es que no estamos
hablando de lo mismo.

3-

¿Qué puedo contarte?
El otoño se quedó en casa.
Un virus mata a viejxs y enfermxs.
Por primera vez no es culpa de lxs pobres ni de lxs presxs.
Si te pica un mosquito te morís.
La gente se tapa la boca al hablar.
No podés salir a más de 500 mts.
Hay gente que no tiene para comer.
Barrios que no tienen agua potable.
Cursos virtuales de cualquier poronga.
Sexo online sin anticonceptivos.
Aumentó la venta de bibliotecas para usar de fondo en videollamadas.
El país está por entrar en default.
La oposición entró en cuarentena desde octubre pasado (muy precabidxs).
La economía se come la política,
la política se come la salud,
y la salud no tiene para comer.


¿Cómo se transforman las relaciones en cuarentena?

Transformar es incómodo.
La comodidad está en no esforzarse.


¿Qué hago para estar todo este tiempo conmigo mismx?

¿Cuándo no estuve conmigo mismo?
Este cuerpo roto, es el envase de todas mis personalidades.
¿Qué harás ese día, cuándo te des cuenta de que sos una buena persona?


¿Cómo autogestiono mis emociones?

1-

Hay personas que lloran de risa,
otras de sufrimiento.
Yo lloro por cualquier cosa.

2-

Encontrarnos hoy, sería tan hermoso,
aunque sé que mañana lloraré todo el día.
No soy pesimista, soy negativo.
Lo que pasa en cuarentena
¿queda en cuarentena?


¿Qué voy descubriendo en esta autogestión?

1-

Pesa más el autoboicot
que simplemente quererse.
Cuando se abran las compuertas
el agua correrá como siempre.

2-

Esto no se parece a un encierro.
No hay grilletes,
ni rejas que se interpongan.
Tampoco sensores de movimiento
o piernas paralizadas.
Si mi cuerpo es mi casa,
pues entonces sí estoy cautivo.
Todo esto es distinto,
no hay guardiacárceles
ni requisas a la madrugada.
Tampoco sanciones condenatorias
o médulas lesionadas.
Si mi casa es mi cuerpo
pues entonces sí estoy liberado.
Cada tanto amaga la muerte
con abrirme la puerta.


¿En qué parte de la cuerpa late lo siniestro de estos días?

1-

La oscuridad no siempre da miedo.
¿Qué es el miedo?
Preguntate porqué antes no abrazabas.

2-

“Del cuerpo tendido en su idéntica línea”, dijo Emma. Y yo le creí.
Decidí no quedarme con el espectro de lo que ya se supone.
Me trepé a lo opuesto, en sintonía y en desmedro
de lo que este cúmulo de venas, carnes y músculos
tenían guardado para mí, en los últimos tiempos de vida.

3-

Existimos para morir
a veces nos salva la historia.
Tantas mudanzas encima
y aún sigo en este cuerpo.


¿Seré la misma persona cuando nos den de alta?

1-

Para la humanidad,
la costumbre es una necesidad elemental básica.
Lo cultural,
es casi como un centro de mesa.
Somos animal de costumbre.

2-

Estoy esperando el alta médica
de una enfermedad que no tengo.
Me recuerda un poco a tu planteo
de iniciar una relación abierta.

3-

Qué tema este de la salvación.
Salvarse,
con lo que tenemos a mano,
con lo fino,
con lo grueso,
con las moneditas de un vuelto.
Para salvarse,
primero hay que estar en un
estado de condenación;
¿a qué estás condenadx realmente?


¿Qué hago con la productividad que me sobra?

1-

Curso virtual de cómo hacer un Curso Virtual.
Taller de Redes Sociales sobre cómo hacer un Taller de Redes Sociales.
Inscripciones abiertas.
¿Ahora te diste cuenta de que tenés un cuerpo?

2-

Reflexiones que no le sirven a nadie:
sostenemos al sol para que no caiga
y te pienso en mates amargos.
Seguimos sin importarle al mundo.
Así se van las horas,
cruzando los dedos,
acunando a la bestia.
No estoy solo, estoy muy solo.
Pero eso no debe preocupar
hay que dedicarle tiempo al sol;
hacerme caso.
Sin embargo,
me gustan más los días nublados.
Saquemos las manos
hasta abrazar la estrella,
a todas nuestras verdaderas
y hermosas calamidades.

3-

Esta discapacidad axiomática
se parece, cada vez más,
a tu mirada de lunes por la mañana.
Limpiemos la mesa.
No lucho para vivir,
soy un cagón
que solo retrasa su muerte.

4-

¿Qué hacer con esta presión de ser productivxs?
Le quitemos solemnidad a nuestros cuerpos.
Ya vimos demasiadas cosas,
que siga la curiosidad,
y si la muerte viene, no la expulses, escúchala,
así como decís que escuchas también a la vida.
Entonces nos volvemos sensibles;
con la carne expuesta,
la importancia de un abrazo,
lo primordial del beso.
El privilegio de sentir:
llora de risa,
ríe de miedo,
tiembla de amor
pero no te calles nunca.
Léeme esta noche
con el alma
al servicio del bien común,
como si viniese la muerte
a salvar la poesía.

*(las preguntas no me las hice yo)

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