Dy$k3

P4J4

Sep
15

Ya no sé dónde estoy sentado_

Discas y robots, una sola rebelión.

No soy sólo una silla bonita_

Poné música, y demos vueltas alrededor de la silla.

Puede que en unos años me dé cuenta del tiempo que perdí,
sabiendo que sólo fui una simple alarma para tus mañanas.

– ¡Qué insensible qué sos!
– Sí, el 80 por ciento de mi cuerpo lo sabe.

Es como caer
porque falta un escalón,
no es caer al vacío.
No quiero tener sombra,
la quiero perder.
No se compra la vida con limones y laures:
quereme un poquito más.

Si tempranamente se encuentran ídolxs,
es problabe que nos estemos conformando con poco.

Yo, la discapacidad, etc_

Tengo que remar más rápido, sólo para permanecer en el mismo lugar.

Estoy más quemado que tus sahumerios_

Hay un vecino que dice mi nombre, enciende un cigarrillo, me mira las piernas y luego desaparece.
Hay una llama que incendia mi cama, extingue tu perfume, me quema las manos y después se reconstruye.
No mucho más que eso, por ahora agosto está siendo así: una mierda.

Mientras exista la noción masturbatoria de la referencia, la salida nunca será colectiva.

Ya no podré morir, arrodillado a tus pies_

Tu esfuerzo por esmerilar todo, me tonifica el esfínter.
No sé amar blando.

Al final, la mayoría de lxs artistas eras discapacitadxs.

Hay cosas que no se sienten, pero que aún me lastiman.

Disca y obsoleto_

No me gusta explicar lo que escribo_

Para qué me invitan, si ya saben cómo escribo.

No existe la discapacidad emocional. Existen lxs ex y los soretes.

En mi árbol familiar,
hay un montón de artistas fracasadxs,
así que no seré tan egosísta de cortar con esa tradición.

Calmaron mis ojos
con sus pozos dolidos
y entraron cosquillas
por debajo de mis uñas.
Ahora creo rasguñar amor
sobre la piel de algún tronco seco;
como cual gato huérfano del barrio.

Lo “normal” también es un espectáculo
y lxs “normales” son lxs principales consumidorxs.
De esa forma, desde sus privilegios,
se sienten menos miserables de lo que ya son.

Soy la síntesis de una foto interminable.
“La vida es bella”, le dijiste.

¿A quién le pertenece un cuerpo?
Un cuerpo disca, tullido o lisiado.
¿Qué instituciones lo representan?
¿Cuándo se votan esos cuerpos?
¿Hay primarias, presidenciales, segunda vuelta?
¿Mi cuerpo es democrático?
¿Cuántas publicidades hablan de estos cuerpos rotos?
¿A qué casting hay que anotarse para exponerlo en las pantallas?
¿Por qué ubican a estos cuerpos como ejemplos de superación, acaso se imaginan cómo vivimos?
¿Sabías que las personas discas también pueden amar?
¿Cuál es el negocio de ortopedias, clínicas y centros especializados sobre la rehabilitación de nuestros cuerpos?
¿Cuántas veces le diste lecciones de vida a un cuerpo que ni siquiera comprendés?
¿Cuáles son las ciudades para estos cuerpos?
¿Cuál es nuestro mundo?
¿Qué es el amor para mi cuerpo?
Es tan romático todo, que mi muerte, será sólo un poema olvidado
en la pantalla de un obsoleto celular.
Todas las preguntas pasarán al olvido, o tal vez tengan su oportunidad en reflexiones virtuales; si es que se las hace alguien famosx: o sea, yo no.

Menos mal que por ser disca,
las personas no me tratan igual que al resto.
Porque en general, veo que se tratan bastante para el ojete.

A veces prefiero el odio sincero de lxs ignorantes, que el amor compasivo de lxs convencidxs.

Un cuerpo puede
¿qué puede un cuerpo?
ya lo pensó Spinza
está en los libros
en canciones y prosas.
Cuerpo, mente y alma,
parece que todo gira en eso,
de las tres cosas
ya no me queda resto.
¿Puede un cuerpo?
Poder hacer
nada lo impide
no caben definiciones
menos capacitistas.
Para la historia
poder es autoridad
y ejercer influencia
sobre la cabeza
y acción de las personas.
Prefiero que mi cuerpo
no tenga memoria,
no tenga poder,
no tenga capacidad.
Morir de viejxs
debe ser una posibilidad.


Tengo que reencontrarme
con todos esos demonios
que escondí bajo la cama.
Tal vez así pueda abrazar
a fantasmas del pasado
y a ese diablo interno
por fin
besarlo hasta morir.
¿Qué dirá mi victimización
cuando me vea llorar de nuevo?


No tengo las alas de Frida
ni la perseverancia de un perro.
El miedo no paraliza a la médula
ni la falta de amor es un espasmo.
Quise vestirme de mañanas, de soles,
de lluvias, todas para amanecer de la mano con vos.
También quise estar desnudo y despierto.
Pero preferías irte temprano.
Sé que moriré en este cuerpo y
que jamás lo verás desintegrarse.
¿Quién quisiera ver semejante tragedia?
He visto a tus ojos recuperarse de ausencia cómplice.
Los ví mirar hacia arriba con pelos tan altos,
que sobre las copas de los árboles susurraban tu nombre.
Yo aún no logro recuperarme.
Sigo puesto sobre ruedas, con surcos rutinarios de cama, cocina y trabajo.
Más tiempo pasa, más me cuesta oler a una sombra
dispuesta a desenredar toda esta red.
Toda esta trampa costosa y condenatoria.
Quizás estoy pidiendo demasiado.
Se vive con esto y se muere con esto.

Estuviste tan pendiente en especular con trucos,
que te perdiste la magia.

Muy barato todo_

Me dijo “todo está raro”.
Lloré mientras cocinaba.
Le dije “same”.
Me dijo “no creo que active hoy”
Y sino llueve, la culpa la tiene el frío.
Le dije “tengo frío”
Me dijo “te extraño”
Siempre te pienso:
“¿en qué andará el disca?”
A veces te sueño.
Le dije “te quiero”
Me dijo “yo también”.

Estar con vos
es como ir a una fiesta sorpresa.
Sé que me engañaron para estar ahí,
pero al final la termino pasando bien.

No quiero soñar más con vos,
que me extirpen el hipotálamo.

Podré resignarme a mi modesta mediocridad,
pero nunca podré reprocharme algo: que fui triste.
Viví y sentí la tristeza tan carnalmente,
que a veces fui feliz.
Celebro saber que pude, de a ratos, apretar
la soledad con un puño.
No sé si hoy puedo hacerlo.
Derrumbé tantos puentes mentales,
como sueños postergados con vos.
Las deudas, seguramente, no se pagarán nunca.
De eso se trata.
Endeudarse con unx mismx, obliga a seguir.
Mi tristeza merece algo mejor que este rejunte
de palabras confusas.
Cuando tengo momentos de risa, termino llorando,
porque en esos momentos de amnesia emocional,
es cuando me doy cuenta de que no pienso más en vos.

Te imagino caminando la ciudad, y a los vientos de agosto que te siguen los pasos. Vas con la mirada perdida siguiendo las imperfectas líneas de las baldosas, algunas blancas, otras azules, como olas que te llevan directo hacia las tiendas del mercado. Y siento que voy con vos, naufragando así como antes, así como éramos, así como ríos, así como orillas, aunque no sé porqué agosto se desquita con mi cuerpo, al igual que lo hizo octubre, hace cuatro años. Algo tienen estos días, con sus vientos y sus tierras, con sus cabellos de sur y zonda, que empujan mis velas hasta tu puerto indescifrable, ahí donde vos, lejos de toda mi discapacidad, encontraste libertad.

Me pregunto
si la tristeza de no estar más con vos
es menor
a la que siento cuando estamos juntxs.

Te quiero tanto amor
pero a tu casa no me llevan las rampas.

Mi cuerpo es un monoambiente roto,
sin ventanas y de cuero obsoleto.

Ni mascota, ni alimeto_

El cuerpo es lo más parecido a una luna llena en verano,
creés que fue hecha para vos, y sólo es algo que brilla a kilómetros de distancia.

Esta noche bailemos agarradxs de las bocas_

No por mucho madrugar se amanece menos disca.

Disca ortodoxo_

Si esto sigue así vamos a terminar con un chip en el ojete.

La venganza se vive colectivamente.
El despecho se atraviesa solx.

Ubicalo en el contexto que quieras:
todo iba bien hasta que apareció una pija.

El pasado es el lugar más cómodo para no tener miedo_


A veces imagino que voy hacia atrás como retrocediendo el tiempo, pero sólo giro las ruedas viviendo el presente. Hoy alguien dijo que no me escribe porque no sabe cómo estaré de humor: “por las dudas averiguo antes, porque el Isma tiene sus días”. Al principio me reí de eso, luego sentí pena de mi. Veo fotos viejas y siempre tengo “cara de ojete”, como dijo ella. Si la silla fuera una máquina del tiempo, no iría a buscarte para subirnos a ese auto, tampoco aceptaría tu porro en esa fiesta, ni escuharía tu nombre acoplarse con el mío. Las veces que me distraigo, lloro. En otras ocasiones, sigo evitando saber que muero por dentro. Remaré hacia adelante todas las ruedas soledades, hasta encontrarme nuevamente con tu nombre, para mostrarte todas mis muertes y darte en la boca, el silencio de un beso.


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